miércoles, 18 de mayo de 2011

Aspectos que deben ser favorecidos para el desarrollo de la lecto-escritura

Adquisición del lenguaje oral: El nivel preescolar debe propiciar situaciones que ayuden al niño a formar estructuras sintácticas, semánticas y pragmáticas en el lenguaje oral; con ello se proporcionarán herramientas al niño para un adecuado desarrollo lingüístico.
Expresión y comunicación: El niño aprende a hablar ya que su estructura mental le indica que es una forma de expresarse hacia los demás; esto es, el lenguaje es un hecho social y para este fin lo aprende el niño. En la medida en que el niño sea capaz de comprender y utilizar un gran número de posibilidades de comunicación a través del lenguaje, se verá enriquecido su crecimiento cognitivo y su capacidad tanto de interpretar a los demás como de expresarse para ellos.
Lenguaje escrito: Este lenguaje, como se ha indicado, es parte de un proceso lento y complejo, donde no sólo deben estar involucradas actividades que tengan que ver con la acción que ejercite el niño de lectura y escritura a la manera convencional de los adultos. La labor del jardín de niños es enriquecer las experiencias del niño con estos lenguajes a fin de moldear de tal manera su desarrollo que, más tarde, la lengua escrita pueda ser aprendida por él, no a la manera tradicional de repetición, sino de una forma natural como una de las muchas formas de expresarse y de conocer lo que otros expresan.
No está por demás indicar que dentro del programa de preescolar seguido por los jardines de niños pertenecientes al Instituto de Educación está prohibido tratar de enseñar a leer y escribir a los niños, ya que esto va en contra de su propio proceso de crecimiento. La labor del jardín es acercar al niño al lenguaje oral, no enseñárselo.

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